Cojitambo, un encanto arqueológico del país
Una muestra de la destreza y bravura del pueblo cañari es el complejo arqueológico Cojitambo, situado a 3.076 metros de altura sobre el nivel del mar.
El complejo construido 500 años antes de Cristo fue un centro ceremonial y fuerte militar por su ubicación estratégica.
A 11 kilómetros de Azogues se ubica el cerro Cojitambo, palabra que deriva del vocablo quichua Curitambu que significa descanso de oro, que cobija el centro parroquial del mismo nombre. El complejo se levanta sobre la cumbre del cerro adaptándose a las características morfológicas del terreno.
Las ruinas se encuentran en un punto estratégico porque desde el lugar se observan los cantones Azogues y Biblián de la provincia del Cañar, y parte del cantón Cuenca del Azuay. Además es un sitio ideal para practicar deportes extremos como rapel y escalada.
Según datos históricos del Municipio de Azogues, el complejo lo habitaron por mucho tiempo los cañaris, que ocuparon gran parte del sur del país, a diferencia de los incas que estuvieron alrededor de 60 años en el sitio hasta la conquista de los españoles.
Origen
Juan Diego Urgilés, presidente de la Junta Parroquial de Cojitambo, expresó que el complejo fue un centro ceremonial donde se agradecía al Inti o Sol y a la Pachamana o Madre tierra por el cultivo en el campo. Además, cuando un alto mando fallecía, también se le rendía culto en el sitio.
Urgilés dijo que este era un fuerte militar que se caracterizaba por el Chapanahuasi, lugar donde el jefe de las tropas pernoctaba. Su ubicación permitía a los cañaris conocer a la distancia si algún enemigo se aproximaba a tratar de robar sus tierras.
Este lugar también servía como sitio de descanso para los chasquis o mensajeros ancestrales.
Urgilés manifestó que desde 1994 hasta el 2006 se efectuó la restauración de un 40 por ciento de todos los vestigios que existen en el sitio con el apoyo de la Casa de la Cultura Núcleo del Cañar, que guarda varios artículos como hachas de guerra que se encontraron en el sitio.
Aseguró que ahora elaboran un estudio con el Municipio de Azogues y la Universidad Católica de Cuenca, sede Azogues, para un plan integral del manejo del patrimonio que estará listo en junio. El plan contempla la restauración del 60 por ciento restante y convertir el complejo en “un producto turístico”.
Festival del Maíz
Por su parte, Ángel Urgilés, vocal de la junta parroquial, indicó que desde hace 10 años cada tercera semana de junio se realiza el Festival del Maíz que surgió con el objetivo de promocionar el complejo arqueológico restaurado. “Lleva el nombre de Festival de Maíz porque Cojitambo es el granero del Austro”.
Mencionó que la celebración similar al Inti Raymi o Fiesta del Sol dura tres días, el viernes intervienen los establecimientos educativos de las diferentes comunidades de la parroquia, el sábado se realiza el concurso del mejor grano del maíz sus usos y derivados, y la elección de la Cholita del maíz.
El domingo es la presentación de cada una de las comunidades con sus comparsas, grupos de danza y música que se cierra con un show artístico internacional. Indicó que en los días de fiesta se efectúa una feria gastronómica en la que se venden productos elaborados con maíz como tortillas, humitas, entre otros. (BPR) (F)
Azogues.
Fuente: El Tiempo
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