Cojitambo busca recuperar su memoria
En la parroquia Cojitambo, del cantón Azogues, existen monumentos arqueológicos y religiosos, viviendas patrimoniales y testimonios de la riqueza intelectual y espiritual de su gente y algunas de estas evidencias hoy están por reaparecer y puestos en valor ante la vista de todos.
Los manuscritos del sacerdote Gabriel Sánchez Luna, expárroco de Cojitambo y “La Casa Hacienda”, cuya construcción data de 1850, son dos de los bienes que no se perderán en el tiempo, gracias a la actuación oportuna y visionaria de los hijos de esta tierra.
Fue María Reinoso Calle, quien preservó por años la producción literaria del padre Sánchez, ella la recibió de manos de la desaparecida Guadalupe Toledo, quien en vida fue una seglar comprometida con la iglesia, que observó de cerca la vida de servicio al apostolado del abnegado y recordado sacerdote.
Gracias a una donación, los poemas inéditos del padre Gabriel Sánchez, están en manos del Gobierno Parroquial de Cojitambo, en cuya sede, según su presidente, Juan Diego Urgilés, serán ubicados en un espacio que a futuro será transformado en un salón cultural.
Juan Solís Muñoz, nativo de Cojitambo y admirador de la obra intelectual, espiritual y material del desaparecido sacerdote, le sugirió a María Reinoso donar el legajo de escritos de poesía original y otras pertenecías del padre Sánchez a la Junta Parroquial. Dicha donación se concretó la semana pasada.
Se trata de un cuaderno de tamaño grande, color café, que sujeta 339 folios, que contienen la poesía inédita, escrita a mano, también constan cuadernos que contienen partituras musicales y algunos libros, como el que fue publicado el 20 de septiembre de 1991, en homenaje a las Bodas de Oro Sacerdotales de padre Gabriel Sánchez.
En el cuaderno se aprecian varios poemas sacros, escritos con prolijidad y dispuestos de manera cronológica. Algunos de estos versos ya han sido publicados por la Casa de la Cultura del Cañar. Varios de los versos del padre Gabriel Sánchez, exaltan a Jesús Sacramentado y a la Virgen María.
Los poemas del padre Gabriel Sánchez, hoy lo repiten los niños de la parroquia, quienes desde este año se prepararon con esmero para participar en el concurso literario “Flores de Mayo, padre Gabriel Sánchez Luna”.
Alberto Gabriel Sánchez Luna, nació en Borrero (Charasol), parroquia urbana de Azogues, el 13 de octubre de 1915, hijo de los señores Felipe Adolfo Sánchez Guillén y de María Amparo Luna Álvarez, por parte paterna, de Cuenca y por parte materna, de Gualaceo.
El 4 de agosto de 1951 tomó posición de la parroquia Cojitambo. Múltiples son las obras que realizó en la parroquia con el apoyo de varias personas de buena voluntad y autoridades: carreteras, escuelas, levantamiento y refacción de algunas capillas, creación del colegio que hoy lleva su nombre, construcción del primer sistema de agua para la parroquia, adquirió el terreno para la construcción del subcentro de Salud y, entre otras obras, está su principal labor de ser guía espiritual de todo un pueblo. El 5 de mayo de 1993, el padre Gabriel Sánchez Luna terminó su misión en la tierra, luego de haber sembrado la palabra de Dios en el corazón de la gente y edificado grandes obras en el suelo de la parroquia.
Hacia el norte de la parroquia está ubicada “La Casa Hacienda”, construcción que data de 1850 y que fue el centro administrativo de Cojitambo. Hoy, esta antigua edificación es parte de un proyecto de restauración que impulsan la Junta Parroquial y el Municipio de Azogues.
La Junta Parroquial tiene en su presupuesto 80.000 dólares para adquirir este bien, cuyo valor bordea los 200.000 dólares. El gobierno parroquial espera que el municipio local, ya que tiene en sus manos la competencia patrimonial, o alguna institución estatal lo apoye para financiar la compra del inmueble.
La Municipalidad ya cuenta con los estudios para la restauración de este bien que requiere de intervención urgente, pues sus tumbados de carrizo y techo de teja, amenazan con derrumbarse. En su interior, en los cuartos con tapizado de estilo francés, están apilados algunos muebles antiguos.
En los 7.000 metros cuadrados donde está la construcción y un sembrío de maíz, luego de su restauración, se tiene proyectado funcione un centro de interpretación turística y lo demás que sugiera el Plan Integral de Manejo del Patrimonio Cultural que ejecuta la Universidad Católica sede Azogues, en coordinación con la Junta Parroquial. (I)
Fuente: El Heraldo
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